Dedicadle un ratito, creo que lo merece.
Aprovecho para desearos...
Hace aproximadamente 8 años, unas cuantas amigas decidimos reunirnos periódicamente, al igual que otros grupos habían hecho anteriormente, con el fin de compartir nuestra afición a la lectura. Con el tiempo, el grupo ha ido creciendo, y no sólo en número de componentes. Durante estos años ha habido de todo: hemos cenado, hablado, reído, hemos compartido experiencias y sensaciones, nos hemos hecho regalos...pero, sobre todo, nos hemos ido conociendo mejor gracias a los libros.
Allí encuentras todo lo que necesitas, el sol, las estrellas y la luna, pues la luz que tú buscas habita en tí mismo.
La sabiduría que buscaste en las librerías reluce en cada página...y ahora es tuya.
Feliz Navidad"
Con estas palabras tan bonitas nos preparó Luisa para la cena de Navidad...¿hay mejor manera de empezar?
Con este buen ambiente nos sentamos en el Eustaquio, donde nos habían preparado un reservado para que nadie nos molestara, con el detalle de Luisa encima de cada plato. Nos pusimos a cenar mientras hablábamos de todo un poco, "incluso" del libro que habíamos leído. Voy a intentar reflejar, en unas pocas pinceladas, las ideas que expusimos: a casi todas, excepto a Fátima, nos ha gustado mucho, a pesar de que nos cuesta comprender que un hombre de sólo cincuenta años se pueda sentir acabado; entendemos que Avellaneda supone una verdadera tregua en su vida, una bocanada de felicidad (que tan bien descrita aparece en el libro por parte de la madre de Avellaneda). Hablamos también sobre ella: ¿ingenua,conformista, o de ideas claras? También nos preguntamos si él estuvo realmente enamorado de su mujer, y tenemos opiniones para todos los gustos, porque él dice claramente que se quedaría con lo que tiene con Avellaneda...El final, ¿necesario? ¿triste? También hay opiniones diversas al respecto. A todo esto, Ana Cristina, que no ha podido venir a la cena, se hace presente enviando un mensaje...
Con los postres llegan...¡los regalos! Hacemos el reparto de números, y empezamos a abrir nuestros paquetitos...A mí me encanta el "momento regalo" (como diría Boris), siempre me ha gustado abrir un regalo que sé que alguien ha comprado con cariño e ilusión...
Después de las risas, un ratito de atención a las clases de ordenador, hay que aprender a utilizar el blog para que sea un lugar donde todas podamos expresarnos. Por lo menos, sirve para que vayamos perdiendo el miedo a enredar con las teclas del ordenador y los botones del blog...a la vista está, ya hay alguna que va haciendo sus pinitos... Ya veréis como, entre todas, conseguimos que nuestro blog se haga un poquito "imprescindible" en nuestras vidas...
Y con esto y un bizcocho (¡no, por Dios, yo no puedo comer más...!), hasta la próxima cena. Aunque, como bien dice Tete en un comentario, me gustaría que quedáramos alguna tarde a tomar un cafelito y bloggear un ratito (sin haberlo deseado, me ha salido un pareado).
A las que no tengamos la dicha de vernos en estos días, os deseo....
¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!