miércoles, 11 de noviembre de 2009

La tregua, de Mario Benedetti



Mario Benedetti en "La Tregua" construye el diario de un hombre cincuentón, viudo, próximo a jubilarse. Un hombre que se desinhibe en sus confesiones: la soledad de un hombre de su edad y condición, los problemas con sus hijos... Al enfrentarse a su pasado, se da cuenta de que una falta de decisión constante ha dominado su vida, y piensa que hasta ahora ésta ha carecido de sentido.

Pero conoce a una mujer (Avellaneda) con la que, a pesar de que podría ser su hija, tiene la sensación de vivir una tregua: una tregua con Dios, con sus hijos, consigo mismo; encuentra lo que habia perdido hace tanto tiempo, el contacto con la vida. Martin Santomé, que había vivido en soledad con el recuerdo de su esposa muerta años atrás, con la carga de vivir solo para sus hijos durante veinte años, encuentra en esta joven una razón para vivir después de la jubilación, esos años de ocio en que la mayoria de los hombres se quedan en el completo olvido.

Benedetti juega con el personaje de Santomé de una manera humana, realista, sin aprovechar en él los tintes clásicos del protagonista. Santomé expresa con gran sencillez el sentimiento del cincuentón consciente de su edad: "Tengo la sensación de que la vida se me está escapando".

La carga de este amor no es sencillo, todo importa ahora que es viejo y viudo. Duda ante la decisión del posible matrimonio: la diferencia de edades, la opinión de los hijos, el miedo al ridículo; todo, excepto la opinión de ella. Los sentimientos de Avellaneda son descritos tal como Santomé los percibe.

La tegua es un obra hermosa, con un fuerte sentimiento latinoamericano, una pequeña obra maestra que proyecta lo mejor y lo peor de un hombre rutinario y solo, de un ser humano con unas tremendas ganas de vivir, pero adormecido por el trabajo, sus hijos y el recuerdo. Y, aunque no tiene un descenlace feliz, es ciertamente emotiva. Y tal vez nos recuerda que lo único que nos es dado, en los momentos de felicidad, es una tregua.

Mario
Benedetti

Paso de los Toros, 1920 - Montevideo, 2009) Escritor uruguayo. Mario Benedetti fue un destacado poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico, y, junto con Juan Carlos Onetti, la figura más relevante de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo XX. En marzo de 2001 recibió el Premio Iberoamericano José Martí en reconocimiento a toda su obra. Fue Director del Departamento de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Humanidades y Director del Centro de Investigación Literaria en La Habana.

En la obra de Mario Benedetti pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.

Realizó varios trabajos antes de 1945, año en que inició su oficio de periodista en La Mañana, El Diario y Tribuna Popular, entre otros. El gran éxito de sus libros poéticos y narrativos, desde Poemas de la oficina, 1956 y Montevideanos, 1959, se debió al reconocimiento de los lectores en el retrato social y en la crítica, en gran medida de índole ética, que el escritor formulaba. Esta actitud tuvo como resultado un ensayo ácido y polémico: El país de la cola de paja (1960), y su consolidación literaria en dos novelas importantes: La tregua (1960), historia amorosa de fin trágico entre dos oficinistas, y Gracias por el fuego (1965), que constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder.

En el segundo periodo de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. Durante más de diez años, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió una novela en verso: El cumpleaños de Juan Ángel (1971), así como cuentos fantásticos: La muerte y otras sorpresas (1968). Trató el tema del exilio en la novela Primavera con una esquina rota (1982).

En su obra poética se vieron igualmente reflejadas las circunstancias políticas y vivenciales del exilio uruguayo y el regreso a casa: La casa y el ladrillo, 1977; Vientos del exilio, 1982; Geografías, 1984; Las soledades de Babel, 1991. En teatro denunció la institución de la tortura con Pedro y el capitán (1979), y en el ensayo ha hecho comentarios de literatura contemporánea en libros como Crítica cómplice (1988). Reflexionó sobre problemas culturales y políticos en El desexilio y otras conjeturas (1984), libro que recoge su labor periodística desplegada en Madrid.

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